
La mejor forma de mejorar tu Salud Intestinal
Sigue este proceso de 5 pasos para un intestino sano, feliz y más resistente, respaldado por investigaciones y años de tratar a clientes.
Isaac Muñoz
1/22/2025
Una de las preguntas más frecuentes que me hacen en consulta es ¿Cuál es la mejor manera de mejorar mi salud intestinal? Con los años, he aprendido a interpretar esta pregunta como: ¿Existe una forma rápida y fácil de mejorar mi salud intestinal?
A lo que mi respuesta es: No existe una varita mágica para arreglar tu intestino. Para la mayoría de las personas, simplemente tomar un suplemento o aumentar la ingesta de fibra o hacer más ejercicio -sin cambiar la dieta- no será suficiente.
La buena noticia es que, aunque no existe una varita mágica, es posible mejorar tu salud intestinal sin mucha dificultad. He visto cómo un proceso de 4 pasos se transforma repetidamente la salud intestinal de las personas y se mantiene la salud general a largo plazo.
Paso 1: Evalúa
Antes de realizar cualquier cambio en la dieta, el estilo de vida o los suplementos, siempre pido a mis pacientes que evalúen el estado actual de su salud intestinal. Para ello trabajamos juntos para crear un historial detallado de sus síntomas y anotar cualquier incidente (como una ronda de antibióticos o un período de mucho estrés) que pueda haber desencadenado algún problema intestinal.
En general, en conjunto evaluamos si experimentan uno o varios de estos síntomas digestivos:
Y luego buscamos síntomas no digestivos que sirvan como señales de un intestino poco sano, como por ejemplo:
Dolor abdominal
Gases excesivos
Hinchazón
Estreñimiento
Diarrea
Reflujo ácido
Indigestión
Sensación de saciedad después de haber comido poco
Reacciones alimentarias
Acidez
Fatiga
Depresión
Ansiedad
Neblina cerebral
Problemas cutáneos
A medida que pasa el tiempo, podemos comparar los efectos del tratamiento antes y después para medir su progreso e identificar si necesitamos hacer ajustes.
Dolores articulares
Insomnio
Desequilibrios hormonales
Cabello seco o debilitado


Tip: A veces, cuando mis clientes empiezan a notar mejoras en su salud intestinal, se dan cuenta de que es fácil olvidar lo mal que se sentían antes. Así que tomamos nota de sus síntomas actuales para obtener una línea de base clara.
Paso 2: Ajustar la Dieta
Una vez que sabemos cuál es su estado basal, trabajo con mis pacientes en lo que quizá sea el paso más importante para conseguir un intestino sano: la dieta. La gente normalmente, suele llevar una dieta que considera saludable. Pero también les informo de que una dieta que funciona para algunos no funciona para todos, y elaboramos una dieta que favorezca la salud intestinal excluyendo al mismo tiempo sus desencadenantes particulares.
Para empezar, suelo recomendar una de las siguientes dietas saludables basadas en alimentos reales para mejorar la salud intestinal:
Dieta paleo: Quizás la mejor dieta para reducir la inflamación, elimina los cereales y los lácteos y se centra en la carne, el pescado, las frutas, las verduras y las grasas saludables.
Dieta mediterránea: También muy valorada para frenar la inflamación, incluye muchos cereales integrales, grasas saludables, carne, pescado, frutas y verduras.
Dieta baja en FODMAP: La dieta más conocida para reducir los síntomas del SII (síndrome del intestino irritable), elimina o reduce los cereales, los lácteos y ciertos carbohidratos fermentables que pueden contribuir a los gases, la hinchazón y el dolor abdominal.
Dieta elemental: Este batido nutricional líquido (similar a un batido de proteínas pero con más micronutrientes) está diseñado para dar temporalmente al intestino un descanso de la digestión, eliminar los sobrecrecimientos intestinales y reducir la inflamación.
La clave aquí está en conocer cuál de estas opciones es la adecuada para cada persona ya que depende de sus síntomas y de su tolerancia a determinados alimentos. La dieta menos restrictiva es la mediterránea, mientras que la más restrictiva es una dieta elemental.
Paso 3: Añadir Suplementos Estratégicos
Una vez que mis pacientes tienen su dieta individualizada (o al menos están en camino), discutimos algunos suplementos clave para apoyar el intestino. Los cuatro suplementos principales que suelo utilizar son los probióticos, los antimicrobianos a base de hierbas, la glutamina y (después de que el intestino se haya estabilizado) los prebióticos.
La mayoría de las personas pueden beneficiarse de algún tipo de suplemento probiótico como parte de su protocolo de salud intestinal. En este momento, hay un montón de estudios de alta calidad demuestran que los probióticos son seguros y eficaces para mejorar el intestino permeable, reducir la inflamación, aumentar los niveles de bacterias beneficiosas y corregir la disbiosis.
Suelo recomendar un distintos tipos de probiótico que considero según los síntomas pero suelen ser probióticos Lacto/Bifido multiespecie, S. boulardii (una levadura probiótica) y un probiótico de suelo ofrece el apoyo intestinal más completo y eficaz.
Aunque no son tan eficaces como los suplementos probióticos, los alimentos probióticos (como el kéfir, la kombucha, el chucrut y el kimchi) también pueden ser excelentes. Animo a los pacientes que los toleran a que añadan estos alimentos fermentados como apoyo adicional para un sistema digestivo sano.
Después de incorporar los probióticos, mis pacientes y yo decidimos juntos qué probar a continuación. Si sospecho que tienen un intestino permeable, podemos añadir glutamina, que puede apoyar la pared intestinal para reducir el intestino permeable y la inflamación.
Si sospecho que tienen SIBO (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado), normalmente incorporaremos una serie de antimicrobianos herbales para erradicarlo.
Una vez que el intestino se ha estabilizado, podemos añadir prebióticos para aumentar los niveles de bacterias buenas en el intestino. Los prebióticos pueden ser especialmente útiles si sospechamos un sobrecrecimiento de Candida.
¡Ojo! Este tratamiento puede variar según cada persona ya que no todo el mundo tiene los mismo síntomas ni parten de la misma base.
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Paso 4: Cambios en el Estilo de Vida
A medida que se adaptan a su dieta y suplementos, el siguiente paso para mis pacientes es centrarse en los factores del estilo de vida que influyen en su salud intestinal. Para la mayoría de la gente, eso significa mejorar el ejercicio diario, la gestión del estrés y el sueño.
Paso 5: Mantén y Disfruta
Cuando veo que mis pacientes progresan y cambian su salud intestinal para mejor, primero les animo a celebrar el logro. El hecho de que hayan tomado medidas para mejorar su bienestar y sentirse mejor merece un reconocimiento.
Ahora es el momento de reintroducir alimentos saludables que antes eran problemáticos para su intestino. Lo principal es ir despacio y reintroducir los alimentos de uno en uno, sobre todo en lo que se refiere a la fibra. También pueden experimentar reduciendo sus suplementos para encontrar sus dosis mínimas efectivas.
Si aparecen algunos síntomas durante este proceso, les aseguro a mis pacientes que no se preocupen. Pueden volver al protocolo original, dejar que su intestino se calme y volver a intentarlo. Es realmente asombroso ser testigo de la agradable sorpresa ante lo que su intestino puede soportar ahora.
Conclusión
Apóyate en bases sólidas para un intestino sano.
Mejorar la salud digestiva y apoyar a los microorganismos que benefician al intestino suele reducirse a unos pocos pilares clave: dieta, suplementos estratégicos y estilo de vida.
Aunque no se trata de una solución rápida de un solo paso, los efectos pueden ser duraderos. Una vez que aprendas a poner en práctica estos pilares, nunca volverás a estar perdido en lo que respecta a la curación intestinal.